Los tubos de rayos X de cátodo rotatorio (o tubos de rayos X de ánodo rotatorio) son una fuente de rayos X de alta precisión para imágenes médicas e industriales. Como su nombre indica, constan de un cátodo rotatorio y son uno de los elementos clave de los equipos de rayos X.
Un tubo de rayos X de cátodo rotatorio consta de un cátodo, un ánodo, un rotor y un estátor. El cátodo es una varilla metálica que emite electrones termoeléctricamente, y el ánodo se encuentra opuesto a él y gira a su alrededor. El ánodo está fabricado con un material de alta conductividad térmica y cuenta con canales de agua para su refrigeración. Generalmente, el ánodo está hecho de un metal refractario como el tungsteno, el molibdeno o el platino, que es resistente al calor y a los daños por radiación de los rayos X de alta energía.
Cuando el haz de electrones incide sobre la superficie del cátodo, los electrones se calientan y se liberan. Estos electrones se aceleran hacia el ánodo, donde se desaceleran y se dispersan, produciendo radiación de rayos X de alta intensidad. El ánodo giratorio distribuye uniformemente el calor generado por toda su superficie y lo enfría mediante un canal de agua para garantizar la estabilidad y la fiabilidad durante su uso prolongado.
Los tubos de rayos X de cátodo rotatorio presentan numerosas ventajas, como alta potencia, radiación de rayos X de alta intensidad, alta corriente de enfoque, elevada relación señal/ruido, capacidad de adaptación a diversos requisitos de imagen y larga vida útil. Por ello, constituyen la fuente de rayos X idónea en campos como la imagen médica, la detección de defectos mediante tomografía computarizada industrial y los ensayos no destructivos.
En resumen, un tubo de rayos X de cátodo rotatorio es una fuente de rayos X de alta potencia, estable y fiable que proporciona imágenes de rayos X precisas, de alta calidad y de alta resolución para muchos tipos diferentes de aplicaciones de imagen.
Fecha de publicación: 6 de abril de 2023
